Buenos días,
Hoy hablamos sobre Zaldiar, por su composición. Y lo hacemos sobre él, Zaldiar porque es el que más solicitáis, y el que más se suele prescribir, pero existen otros fármacos cuya composición también consiste en la combinación de paracetamol y tramadol, como es el caso de Pontalsic, Pazital y Diliban e inclusive está a vuestra disposición el genérico. En todo caso, sea cual sea, tenga el color que tenga la caja, ya sea en comprimidos efervescentes o para tragar, la cosa está en conocer un poco mejor el motivo de la unión de estos dos principios activos en un único comprimido y saber cómo utilizarlo, cuando no debemos hacerlo y la importancia de usarlo de forma correcta y responsable.
¿Qué es Zaldiar?
Como os decía, Zaldiar, contiene en su composición, dos principios activos.
El tramadol: que es un analgésico opioide que actúa sobre el sistema nervioso central. Se trata de un fármaco agonista puro no selectivo de los receptores opioides. Otros mecanismos que contribuyen a su efecto analgésico son la inhibición de la recaptación neuronal de noradrenalina y el aumento de la liberación de serotonina. Además debéis saber, que el tramadol es un análogo sintético de la codeína, (un primo hermano 😉), aunque tiene una menor afinidad que ésta hacia los receptores opioides. El tramadol tiene un potencial mucho menor que otros opiáceos para inducir depresión respiratoria y dependencia, pero ¡ojo!, no os confiéis, porque, aunque es poco frecuente, ambos efectos adversos pueden tener lugar.
A nivel intestinal, no altera la motilidad y los efectos cardiovasculares son en general leves. Esto le convierte en una alternativa para el tratamiento del dolor, en todos los que tengáis contraindicado el uso de AINEs.
Y para los que a veces nos preguntáis si es como la morfina 😉, debéis saber, que se considera que la potencia de tramadol es de un décimo a un sexto la de la morfina. Es decir, está muy muy alejado de la potencia de ésta.
Y por otro lado está el más que de sobra conocido paracetamol, que ¡atención!, quizás algunos y algunas no lo creeréis, pero no se conoce el mecanismo exacto de acción de éste. Se cree que el paracetamol aumenta el umbral al dolor inhibiendo las ciclooxigenasas en el sistema nervioso central, enzimas que participan en la síntesis de las prostaglandinas, pero sólo a nivel central, ya que no inhibe las ciclooxigenasas en los tejidos periféricos, razón por la cual carece de actividad antiinflamatoria. Además el paracetamol produce analgesia por otros mecanismos centrales, como inhibición de la hiperalgesia espinal provocada por la activación de los receptores NMDA, interacción con sistemas neuronales que liberan óxido nítrico o facilitan la transmisión inhibidora serotonérgica bulboespinal.
Pero vamos a dejarlo estar 😉, y prometo que se acaban los tecnicismos y palabras “raras” 😉. Tan sólo quería comentar un poco el mecanismo de acción de ambos, para que vieseis la complejidad de su acción. Porque aquí, al fin y al cabo, lo que más os importa, y nos importa es que nos alivie ese dolor, pero para ello, ¡DEBEMOS HACER UN USO CORRECTO! 😉
Una curiosidad importante. ¿Sabías que Zaldiar, está posicionado en la Clase II en la escala analgésica de la OMS?
No sé si la conocíais, pero esta escala la utilizan muchos médicos (especialmente para los casos de dolor oncológicos) para instaurar los tratamientos farmacológicos basándose en la intensidad del dolor que tengáis.
Pues bien, Zaldiar por su composición (y todos los que tengan igual composición) se encuentra en la Clase II, ahí queda dicho 😉.
¿Cómo se toma Zaldiar?. ¿Qué dosis?, ¿con qué frecuencia?
Antes de nada, deciros algo MUY IMPORTANTE, Zaldiar, por su composición, única y exclusivamente puede usarse bajo prescripción médica. El motivo, es muy sencillo, porque éste será quien valore la necesidad de pautar una combinación de tramadol y paracetamol para ese tipo de dolor que va de moderado a intenso.
La posología debe ajustarse siempre a vuestras necesidades, primando siempre, el uso de la dosis mínima eficaz. Eso sí, nunca se deben exceder la ingesta de 8 comprimidos al día equivalente a 300mg de hidrocloruro de tramadol y 2.600 mg de paracetamol y se debe respetar un intervalo entre dosis de al menos 6 horas entre toma y toma.
Lo habitual, es comenzar con dos comprimidos, y en función del grado de dolor, ir ajustando la dosis, siempre teniendo en cuenta las consideraciones que os acabo de comentar.
Los comprimidos se deben tomar con ayuda de agua, sin masticar y sin partirse. Y si tenéis dificultades para tragarlos, existe una presentación en comprimidos efervescentes, es decir, que se disuelven en agua.
Ah!, y por supuesto hablamos siempre, de una posología en adultos mayores de 12 años.
¿Qué precauciones debo tener a la hora de tomar la combinación tramadol/paracetamol?
- Lo primero de todo es tener en cuenta, que con cada comprimido de Zaldiar, estamos ingiriendo 325mg de paracetamol, y os advierto sobre éste, porque está presente en muchos fármacos antigripales o para el dolor. Por ejemplo, si estáis tomando un antigripal que contenga en su composición paracetamol, porque habéis “pillado” un catarro por el dichoso frío que no termina de irse 😉, ¡ojo! si al mismo tiempo estáis en tratamiento con Zaldiar, porque podéis incurrir en una sobredosificación de paracetamol.
- Si padecéis insuficiencia renal, hepática o respiratoria mejor abstenerse en su ingesta.
- Ojo!, para lo casos más delicados, donde se os está retirando un tratamiento opioide para el dolor que os ha podido ocasionar cierta dependencia, el tramadol (aunque es un agonista opioide) no puede suprimir esos síntomas de abstinencia.
- Para todos los que seáis epilépticos/as, mucha precaución y nunca os automediquéis con él por el riesgo aumentado de sufrir convulsiones.
- Se puede producir cierta dependencia física y/o psicológica a dosis terapéuticas, por lo que el control médico es imprescindible.
Si estoy tomando….¿puedo tomar Zaldiar?
Si estáis con algún tratamiento antidepresivo a base de Inhibidores de la MAO no es recomendable el uso de Zaldiar porque podéis sufrir, lo que se conoce como el síndrome serotoninérgico, que se manifiesta con diarrea, taquicardia, hiperhidrosis, estado de confusión, e inclusive el coma entre otros.
Fuera alcohol, si estáis en tratamiento con Zaldiar, ni vale la “copita” de vino, ni la “cervecita”, bueno, esa sí, si es 0,0% alcohol 😉, por un motivo muy importante, para evitar potenciar el efecto sedante del tramadol. El cuál puede traer graves consecuencias, especialmente si nos ponemos al volante de nuestro coche o de cualquier maquinaria que necesite de nuestra plena atención.
Si estáis en tratamiento con ciertos antitusígenos (derivados opioides), hipnóticos, sedantes, antihipertensivos de acción central, antihistamínicos, entre otros, también se debe tener en cuenta, que se potencia ese efecto de depresión central, aumentando así al alteración a nivel de nuestro grado de atención.
¿Qué me puede pasar si tomo Zaldiar?
Lo más probable, es que consigas aliviar y controlar tu dolor para poder seguir tu a día a día con mayor calidad de vida. Ahora bien, como cualquier otro fármaco, tiene sus “peros”, que se manifiestan como reacciones adversas, donde tan sólo os dejo las más frecuentes:
- Mareo
- Somnolencia
- Estado de confusión
- Ansiedad
- Nerviosismo
- Hiperhidrosis (sudoración excesiva)
- Náuseas
- Vómitos
- Estreñimiento
- Sequedad de boca
- Dolor abdominal
- Flatulencia
- Hipotensión postural
- ……
Por lo tanto, todo aquel medicamento que contenga en su composición tramadol debe ser siempre utilizado bajo supervisión médica. Y si os automedicáis con él, porque vuestra vecina del quinto o amigo al que se lo recetó el médico os ha dado una “pastilla” para que os calme vuestro dolor, POR FAVOR, antes de cometer, y permitirme la expresión «una insensatez» ;), consultarnos en la Farmacia o a vuestro médico.
Feliz día!
Beatriz